Saturday 15 September 2012

Muerdo. Conectado a la tierra.




Muerdo en Lavapiés / Foto de B. Figueroa



08 - 09- 2012

Entrevista a Muerdo.

Nos encontramos con Paskual Kantero, Muerdo, en Lavapiés, su barrio de Madrid. Él ha estado de concierto ayer, en el concurso de cantautores de la Asociación Cultural Yemayá,  algo que debe ya de formar parte de su cotidianeidad, puesto que en el último año no ha parado de tocar por toda España. Lo ha hecho con Flores entre el acero, su primer disco, compuesto por una colección de canciones desnudas, que pronto descubres que forman un mundo muy distinto a los que se pueden explorar en el ámbito de la canción de autor de este país. Son canciones de una gran riqueza melódica y lírica, vestidas con una producción cuidada al detalle (Road Ramos es la productora) y con la voz de Muerdo, singular, hermosa y muy sentida. 

Con sólo 23 años en la actualidad, está comenzando a labrar una carrera que crece sobre cimientos profundos, arraigados en los valores que para él deben definir la canción de autor, la libertad, el compromiso, la tierra.

Joan Díaz: Llegaste a Madrid hace un año más o menos, ¿verdad?

Muerdo: Sí, vine el verano pasado a grabar el disco. Me enganché a la onda y me acabé quedando.

JD: ¿Qué expectativas tenías antes de venir?

M: Vine a poner el pie, a conocer gente y a hacerme un poco visible. Venía de estar sólo por la zona de Murcia y aprovechando que ya enía un trabajo que mostrar, quedarme por aquí y moverme desde Madrid.

JD: Con la idea también de tocar mucho, ¿no?

M: Claro, la idea era trabajar. Me he tirado un año a 'full'.

JD: Me imagino que eso sería algo relativamente nuevo para ti. Viajar por toda España, tocando prácticamente todas las semanas...

M: Sí, eso ha sido totalmente nuevo para mí y me he dado cuenta de que me pone mucho las pilas. Ahora he estado prácticamente dos meses sin tocar este verano y se echa en falta ese contacto con el público que te da mucha energía.

JD: Entonces el resultado de haber estado tocando de manera tan intensiva ha sido totalmente positivo para tí, ¿no?

M: Desde luego. Han sido todo buenas experiencias, conocer gente en cada ciudad, poder ir tejiendo redes y llegar al público, que es al final lo que cualquier persona que hace canciones quiere. Por otro lado, la única forma de llegar a la gente es esa, si no tienes el apoyo de un sello grande. Los discos también se venden ahí, en los conciertos. Cuando alguien te escucha en directo, si le emociona, se pueden llevar el disco y eso les fideliza. Por eso creo que hay que estar constantemente tocando.

 
De hecho, la primera edición de su disco, con 1.000 copias, se agotó y ya está terminada una nueva, signo evidente de que los conciertos han dado sus frutos.


JD: Un concierto es una manera de compartir tus canciones, tus emociones, con el público que está ahí. pero ¿a quién van dirigidas tus canciones en el momento de escribirlas?

M:  Para mí son reflexiones,  como pensar en voz alta. No van dirigidas a nadie, sino que son un proceso de sanación mío. También de introspección, de investigación. Digamos que forman parte de ese proceso interno de extraer un sentido de las experiencias que vivo y de comunicarlo.

JD: ¿Y en el fondo no estás esperando que alguien reciba ese mensaje y te dé un retorno, un 'feedback'?

M: Sí, pero el momento de la creación, al final, es muy personal. Ese pensamiento puede interferir, pero normalmente no lo hace, porque viene después, cuando decides probarlo en directo, a ver cómo responde la gente.

JD: ¿El cambio tan grande que se ha producido en tu vida durante este año ha afectado a tu forma de componer o a tu dinámica a la hora de componer?

M: La verdad es que todo ha ido fluyendo desde que empecé a componer el primer disco hasta ahora. Ha sido un proceso de estar componiendo casi constantemente. Supongo que sí que ha influido, pero llevo dos o tres años sin parar de componer.

JD: ¿Y cómo sueles hacerlo?

M: Trabajo sobre una armonía, con el teclado o con la guitarra. De ahí surge una melodía con la voz y a ésta le pongo la letra. 







JD: Ahora que ya tienes un público que está esperando tus nuevos trabajos, y que está pendiente de lo que vayas a decir en nuevas canciones, ¿cambia eso tu mentalidad a la hora de componer o de plantearte tu actividad?

M: Sí me influye en el hecho de sentir que no puedes parar, aunque en realidad es que tampoco quieres. Pero sí que sabes que hay alguien al otro lado y lo tienes en cuenta. Aparte, saber que hay gente que va a escuchar tus canciones me parece muy estimulante. La gente sigue mucho tu evolución y tu historia, no sólo tus canciones. Eso me resulta muy estimulante, y me parece importante que pueda haber un 'feedback' con esa gente. Tengo un púlico, pero no es muy grande y eso posibilita que pueda tener un contacto directo con todo el que quiera.

JD: Las redes sociales también posibilitan mucho eso, ¿no?

M: Desde luego. Ahora mismo mi carrera está totalmente basada en redes sociales, como nos ocurre a la mayoría, y es parte de tu actividad también. Si un día se caen las redes sociales, no sé qué vamos a hacer. La verdad que no me imagino pegando carteles y moviéndolo todo así. También tienes la posibilidad con las redes sociales de que te escuche gente de otros países que de otra manera sería muy difícil llegar a ellos, y eso es maravilloso. Por otro lado estás expuesto constantemente, y eso es algo raro. Yo, por ejemplo, no conozco a la mitad de mis amigos de Facebook, pero es porque también hago un uso de las redes a nivel laboral. Bastante me desnudo ya en mis canciones, así que las redes las mantengo un poco más para ese fin laboral.

JD: ¿Qué te parece Youtube? Su público es uno diferente al que va a los conciertos...

M:  Sí, sobre todo sirve para la gente que no puede ir a los conciertos, gente que está en Colombia, Méjico o Argentina y están viendo los vídeos. Y eso se ve en las estadísticas.

JD: Eso también te da pistas, ¿no? Si tienes muchas visitas en México a lo mejor te puedes plantear darte el salto y hacer una gira por ahí.

M: Sí, y la verdad es que es un deseo poder ir para allí unos meses. Sería genial.

JD: ¿Bebes mucho de la música latinoamericana?

M: Creo que ahí hay algo que aquí se ha perdido ya. Hay una energía que me está llamando mucho. Ya no sólo a nivel músical, sino también a nivel personal. Aparte, ahí la industria está creciendo y aquí se está cayendo. Tenemos la posibilidad de exportar música allí que no aprovechamos. Y además en muchos sitios hay una cultura media superior a la de aquí y se valoran cosas que aquí no se valoran... Mi idea sería poder irme para allí seis meses. Además, ahora he entrado en contacto con unas chicas que se llaman Perota Chingó, que son un fenómeno en Youtube. Tienen millones de visitas y funcionan haciendo giras de meses en una furgoneta, por toda Latinoamérica. Van parando y tocando en sitios pequeños, sobre todo. Luego suben los discos a Youtube y no tienen disco grabado, pero les va súper bien así. Ahora Lola ha grabado un tema para mi segundo disco. Y la verdad es que me apetece pegar un brinco para allá, a ver qué onda.  



Si el primer disco contó con la colaboración de Luis Eduardo Aute, en el segundo Muerdo a grabado con Amparo Sánchez, quien ha producido el trabajo. El hecho de que estos músicos de prestigio de nuestro país estén apostando por la carrera de Muerdo no es sino consecuencia del talento tan especial que atesora este cantautor.

 
JD: Tenemos poco contacto con esa parte del mundo, que es probablemente la más cercana a nosotros culturalmente, ¿no?

M: Sí, ellos miran mucho para acá y nosotros tenemos que empezar a hacer lo mismo. Se están haciendo cosas muy guays ahí. Yo ahora, casi todo lo que escucho es latinoamericano, aunque desde hace unos meses es más cubano, en realidad.

JD: Algo que me interesa mucho y que he sacado en varias entrevistas en el blog es el hecho de la ausencia de raíz. En la latinoamérica, mucha de la música que se hace parte del folclor, mientras que aquí eso se ha perdido, excepto con el flamenco.

M: El folclore está subestimado. Yo vengo de Murcia y ahí a nadie se le ocurre hacer una jota murciana, porque se considera que es cosa de paletos. Y sin embargo es folclore, es la raíz, la tierra. En latinoamerica sí que se valora el folclor, y de hecho, la canción popular, la canción de autor, viene de ahí, y eso es algo que la gente ha olvidado totalmente. Personalmente, yo todo lo que hago tiene que tener una conexión con la tierra. Tirar de ritmos antiguos que están arraigados en la gente, en el pueblo, me parece importantísimo. Ahora que se tiende a hacerlo todo más sintético y homogéneo, ahí es donde está la mina y la energía, en el folclore. 




 




JD: Tú lo dices en una canción tuya, "El que no echa raíces, no puede dar fruto".

M: Sí, precisamente es un poema de un latinoamericano que se llama José Santos Chocano. Es como que el que no conoce lo que hay, no puede romper nada ni hacer nada nuevo. Esas músicas tienen una carga energética brutal. Son el canto mismo de la vida.

JD: De la vida, probablemente, individual y colectiva.

M: Sí, totalmente. Son cantos que están en el inconsciente colectivo, y ahora que estamos en un punto tan crítico, incluso en un sentido positivo, creo que hay que conectarse ahí y mamar de eso.

JD: Has declarado en alguna ocasión, que tú no consideras que seas un guitarrista especialmente bueno. ¿Has visto eso alguna vez como una limitación a la hora de componer o de actuar?

M: Todos tenemos nuestras limitaciones y lo importante es conocerlas y jugar las cartas que uno tiene. No lo veo como una limitación en el sentido de que me frustre. Obviamente tengo interés en mejorar esa faceta, pero compenso eso con mi actitud en el escenario y con otros dones. Por ejemplo, ahora mismo estoy mamando mucho de Amparo (Sánchez), que está siendo mi mamita, y ella tampoco es una guitarrista excelente, pero tiene un 'filin', un voz y una manera de compomer que hacen que no se eche en falta. Para mí, lo que prima es la composición, y hacer la ejecución con energía y con transmisión. En un directo, para mí, lo más importante no es una ejecución perfecta, sino la transmisión, y creo que eso es algo que no se puede suplir con otra cosa. Puedes tener una técnica cojonuda y no transmitir y eso es más difícil de trabajar que tener una ejecución perfecta.

JD: Es tan difícil, que la mayoría de las veces no se puede trabajar, ¿no?. O se tiene o no se tiene...

M: Los cubanos a eso le llaman 'bomba'. Si tienes bomba, llegas a la gente, porque también te emocionas y lo vives tú. Lo que necesitas es tener cosas que decir, querer decirlas y hacerlo, y la técnica no es más importante que eso, en mi opinión.

Antes de comenzar a grabar la entrevista habíamos estado hablando de música cubana y salen a relucir los nombres de grupos como Habana Abierta, Interactivo o William Vivanco. Precisamente, Muerdo estuvo en Cuba en el mes de Abril, donde dio ocho conciertos en nueve días, empapándose del ambiente musical de allí.

JD: Un amigo tuyo cantautor y tú os planteasteis el reto de escribir una canción por semana. ¿Lo habéis seguido haciendo?

M: ¡Qué va, sólo lo hicimos dos semanas!

JD: ¿Encajaba eso con tu forma de componer?

M: Bueno, la verdad es que he descubierto que me gusta componer con una premisa y cierta presión, porque cuando en un determinado momento no tienes algo muy claro que decir, de la otra forma salen cosas chulas. Me gusta como ejercicio. También lo he hecho con poetas, plantearme sacar algo de algún poeta concreto. Y es un buen ejercicio para que salgan cosas que ni sabías a lo mejor que estaban.

JD: ¿Y qué dificultades surgieron para que no continuara el experimento?

M: Pues que somos unos perros, básicamente (risas). Para hacer una canción a la semana tienes que ser muy constante y en este caso no lo fuimos ninguno. También porque tienes que sacar el tiempo para hacerlo y nosotros hemos estado tocando mucho, y si tienes dos o tres conciertos a la semana y aparte tienes otras cosas que hacer en tu vida, pues es difícil hacer una canción a la semana que no esté bien.

JD: Sin embargo tú eres bastante prolífico, ¿no? Hace un año que hiciste tu disco y ya estás haciendo uno nuevo.

M: Sí, aunque en este disco hay temas que son anteriores al primero, o que se quedaron fuera del primero. También hay temas nuevos y una versión. Ahora mismo estoy en el punto de que todo lo que tengo lo tengo grabado. Es una sensación rara, pero mola.


Muerdo toca el 22 de Septiembre en Galileo Galilei.



JD: ¿Y cómo te enfrentas ahora a la necesidad de tener que escribir temas nuevos?

M: Con toda la calma del mundo. De hecho, ahora no siento la necesidad de componer. Bueno, durante la grabación compuse algo, y puede que meta un tema de 'bonus'. Pero la verdad es que ahora no tengo ninguna presión. Tengo la suerte de haber grabado el segundo disco, que saldrá el año que viene, con lo cual tengo meses para preparar el lanzamiento, o sea que 'relax', a tocar y a tocar y a tocar.

JD: Hablabas de que te fijas en poetas para inspirarte, ¿nos puedes decir alguno de los que más te gusten?

M: La verdad es que leo un poco de aquí y de allá, todo lo que me llega. Kavafis, Pedro Salinas, Miguel Hernández... Cosas muy básicas. No soy nada cultureta, leo lo que me llega y de lo que me llega, me llega la mitad. El poeta murciano Luis Sánchez Rosillo me gusta mucho, Ángel Paniagua... Deería leer más, la verdad.

JD: Para teminar, una pregunta difícil: ¿por qué se componen canciones?

M: Porque están ahí y tienen que salir. Para mí, digo en la canción que has mencionado antes que "no es una opción / es mi manera de latir". No es que yo decida "voy a hacer canciones". De pequeño ya mi juego era ese, inventarme cosas. Lo ha continuado siendo hasta ahora y creo que lo continuará siendo hasta que me muera. Lo llevo aquí, tatuado en la piel (nos muestra un tatuaje en su antebrazo con el símbolo de la clave de sol). Cada uno tiene su forma de respirar, de latir, de aprender y mi manera es esa. Percibo las cosas de mi alrededor y mi manera de integrarlas en el disco duro y de procesarlas es esa.

El mundo de la canción está lleno de talento, pero, por algún motivo, pocas veces ese talento se transforma en músicos de la talla de Muerdo, que nadan contra corriente a base de creer en sí mismos y en la música que hacen. En este blog tratamos de encontrar a esos músicos. Hablar con Muerdo hoy ha sido toda una experiencia y una suerte. Nos vamos a una esquina de la Plaza de Lavapiés a hacer unas fotos y nos citamos para el día 22 de Septiembre, fecha en la que Muerdo celebrará más de un año de andanzas desde la publicación de su disco, en la sala Galileo de Madrid.